Te despiertas un día cualquiera, gracias a tu alarma en el celular, la desactivas y procedes a checar las notificaciones de tus redes sociales, y tu día empieza con esa dinámica. Otros ponen spotify y escuchan música o audiolibros mientras se bañan, unos cuantos mas practican ejercicio, meditación, técnica o sistema buscado en google y/o ilustrado en un tutorial de youtube.
Vamos a la oficina/escuela/trabajo y desarrollamos nuestras actividades y si alguna duda se nos genera la “googleamos”, todo hoy ya lo buscamos, incluso operaciones básicas matemáticas o caminos para llegar a determinado lugar en nuestra ciudad.
Crecimos en esta etapa precisa del Internet, En 4 o 5 años los conocimientos que adquirimos en la universidad estarán en tela de juicio, algunos cambiarán y otros nuevos surgirán, yo empecé de licenciado en administración de negocios para después de casi 10 años ser mentor vocal y speaker digital, el mundo cambia a velocidades exponenciales y depende de ti abrazar y adaptarte al cambio.
El Internet nos permite explorar la creatividad, crear documentales, programas, crear oportunidades de éxito, conocer a tus ídolos, interactuar con los grandes gurúes del mundo que no siempre son artistas, deportistas o famosos, No vivamos del like, del share, de follow, empecemos a construir una marca, un legado, dejemos algo a la comunidad, al mundo, aprovechemos el mayor motor de comunicación en la historia de la humanidad para decidir hacer algo que valga la pena con tu voz, a través de tu comunidad.
El Internet es una herramienta, un extra, también ha potencializado las peores facetas del ser humano, pero nos ha unido para generar revoluciones y dar una voz a las minorías, volviendonos mas responsables de la realidad que vivimos. Antes de internet ya existian estos seres, estos locos, estos disruptivos. Y no sabemos hasta donde va a llegar esta ola, y queda en ti hacer que sucedan las cosas que cambiarán tu historia, a través de esta herramienta.