El secreto está en homegeneizar el tiempo de descanso

Hoy aprendí algo nuevo, algo que no entendía pero que era vital poner acción, la carga mental.

Ese concepto del «hombre que ayuda e casa» ya no es tan moderno, es mas bien algo obsoleto. Cuando nosotros los hombres decimos que «ayudamos en casa» ya desde el hecho de decir «ayudar» en materia de lenguaje estamos dando por sentado que es su obligación y nosotros estamos auxiliando en eso a la otra persona y no es así.

Hoy entendemos que es nuestra responsabilidad, debemos corresponsabilizarnos con ello, es así que iremos al súper, tenderemos la cama, prepararemos la comida y haremos las tareas del hogar porque yo también comeré en esa comida, dormiré en esa cama y vivo en esa casa, es mi responsabilidad de igual manera.

Y esto no va de ser voluntariosos, esto es que te digan que hacer y que lo hagas. Algo así como «i tu me dices que ponga la lavadora, yo lo hago», este es el concepto que me hizo explotar la cabeza, pues no estaba entendiendo la llamada «carga mental» ese que sale cuando preguntas ¿Quién lleva en la cabeza cuando se tiene que ir a la consulta con el pediatra? ¿Quein lleva el tema de las vacunas? ¿Quien lleva el tema de comprar la comida y que es en especifico? Casi todo si no es que todo lo lleva la otra pareja o la mujer. Toda esa coordinación y gestión domestica que llevas en la cabeza explota cuando te preguntan ¿Que hago?

Es necesaria una participación mas activa, y esta llega con homologar los tiempos de descanso, en casa no puede estar descansado uno mientras el otro esta haciendo algo. El compartirlo genera justicia, igualdad y corresponsabilidad en casa, fortaleciendo el vinculo familiar y dando como ejemplo un modelo de responsabilidad conjunta a las generaciones futuras.

Ponlo en práctica y me cuentas los resultados.

 

 

 

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